Yo soy de las personas que fue criada con el mantra de “crece, estudia mucho, esfuérzate, consigue un buen trabajo y asegúrate un buen futuro”. Y créanme que ese era el futuro que siempre me imaginé, por alguna razón pensaba que iba a terminar vistiéndome como Andrea Sachs al final de la película del Diablo Viste a la Moda, teniendo un trabajo de periodista en un gran periódico y viajando por el mundo cubriendo las noticias más impactantes del mundo, además de ser mamá a los 28.
Y bueno, la realidad es que tengo 28 años, soy freelancer y cocreadora de un estudio de animación, me visto como Adam Sandler casi diario y no hay planes de hijos en los tiempos venideros.
Pero no vine aquí para platicarte del poco estilo de fashion que tengo. Vine aquí para contarte una anécdota personal:
Esta semana estaba en la terraza tomándome un vino con mi esposo, y estábamos soñando sobre nuestro futuro, y en algún momento dejé de hablar, sentí como mi corazón me latía a mil, me empezó a doler la cabeza y desde mis pies hasta mi cabeza sentí un escalofrío, y me di cuenta de que genuinamente tengo miedo de mis sueños.
¿Por qué?
Creo que la rezón principal es que llevo tiempo sin permitirme soñar en grande.
Ya sé haha que dramático sonó eso, pero en serio, creo que estaba tan enfrascada en resolver cosas de mi vida y en el “hasta acá puedo” , que se me había olvidado pensar: “si no tuviera ninguna limitante de verdad, ¿hasta donde me gustaría llegar?”
Les juro que ese día sentí que la cúpula de cristal que había construido se fue desboronando poco a poco, y me dí la oportunidad de simplemente soñar.
Me desapegué del “no tengo dinero”; del “aún no es el momento”; del “yo aún no estoy lista” y me fui como hilo de media al mundo del “¿y si es posible?”
Las conclusiones a las que llegué no están muy lejanas a lo que ya estoy construyendo, pero si fueron un poco más grandes de hasta dónde creía que quería. El miedo no es solo del trabajo que sé que tengo que hacer, si no también a explorar partes de mi que hasta ahora no había trabajado, como por ejemplo la parte de mi que tiene que aprender a pedir ayuda haha.
Sin embargo, me emociona porque en algún momento leí una de estas frases de autoayuda que decía “Si no le tienes miedo a tus sueños es porque no estás soñando lo suficientemente grande” … y llevaba mucho tiempo sin sentirme así.
Así que ahora estoy lista para armar los miles de planes y volver a ser la persona que resuelve, pero con el corazón un poquito más conectado a dónde me quiero dirigir.
PD: Te prometo que el próximo post va a haber más chismecito de lo que ha pasado en Portugal y menos intensidad filosóficas
Recomendación de la semana:
Este domingo mi esposo y yo nos sentamos en un solo día y nos vimos toda la nueva temporada de Love, Death and Robots. El último episodio de la temporada es realmente malo, y el primero tampoco me encantó ahaha, pero todos los demás están increíbles.
Hablando de animación, aún no he promocionado por acá mi estudio de animación hahaha, acá se los dejo para que le echen un ojo.